Terapia para víctimas de violencia

sábado, 19 de noviembre de 2011
Paralelamente a mis actividades en un Centro de la Mujer de SERNAM, la docencia y la investigación, me dedico a realizar psicoterapia en mi consulta particular. Debido a la especialización que he ido desarrollando en temáticas de violencia, desde hace un tiempo me he especializado en la evaluación y terapia de víctimas de agresión física y psicológica, así como sexual o económica, por motivos de género.

Es por lo anterior que deseo comentar que he decidido dedicarme en exclusividad, en el ámbito clínico, a realizar terapia de reparación de violencia intrafamiliar, así como para víctimas de otros delitos y la evaluación como perito privado de estas situaciones.

A quienes se interesen en conocer más antecedentes de mis competencias en esta área, les invito a visitar la sección de psicoterapia de mi sitio ConductaSaludable, así como las demás secciones de dicha página que describen mis servicios en los ámbitos de intervención social, capacitación, e investigación y docencia.
  
  

Reflexiones sobre prevención de violencia de género con jóvenes

viernes, 11 de noviembre de 2011

Quienes nos dedicamos a realizar intervención social para promover relaciones de género equitativas entre varones y mujeres, nos encontramos con que ejecutar proyectos y programas con jóvenes de ambos sexos resulta un tópico recurrente en nuestra labor. Es por ello que he querido plasmar mis inquietudes y reflexiones acerca de las dificultades y retos que ello nos genera.

En primer lugar, es importante destacar que material en castellano para trabajar con jóvenes varones es aún escaso, pero que aumenta cada día. Hace cierto tiempo había muy poco, casi nada (recuerdo cuando, a fines de los 90, el único principal encontrable en Internet eran programas estadounidenses y europeos, tales como lo que aparecía en Europrofem, todos en inglés), pero la labor de iniciativas de diversas ONGs e iniciativas públicas españolas, latinoamericanas y chilenas ha transformado este escenario. Mucho de este material está orientado a ser ejecutado en el ámbito escolar, lo cual posee diversas consecuencias.

La primera de ella (y tal vez la más importante) es que bastante material (parece que) está planificado para ser usado por profesores/as. Ello implica una lógica (socio)educativa, lo cual frecuentemente conlleva invisibilizar las dinámicas políticas y económicas que subyacen a la violencia de género.

Por otro lado, los y las docentes son agentes legitimados dentro de los establecimientos educacionales, lo cual es muy bueno para ellos y ellas, pero para quienes solemos partir desde fuera, tenemos un gran obstáculo. Hoy en Chile mucha de la intervención comunitaria con niños, niñas y adolescentes se suele realizar por profesionales (psicólogos/as, trabajadoras/es sociales, etc.) contratados/as por ONGs y agencias públicas que acuden a la escuela por un período de tiempo limitado, muchas veces actuando con posterioridad a que otro equipo profesional ya ha pasado por el mismo establecimiento, “prometiendo el oro y el moro”, pero consiguiendo limitados resultados, con el consecuente cansancio por parte de los niños, niñas y docentes. Es esta desazón que uno debe enfrentar, antes de siquiera pensar en (por dar un ejemplo) visibilizar los estereotipos de género en las relaciones de pareja.

Por otro lado, bastante material está aún pensado para ser usado con mujeres y varones por separado. Si bien puede resultar muy entendible desde una perspectiva “de la diferencia” (en el entendido de que las mujeres requieren procesos de concientización diferentes de las de los varones, en tanto deben construir espacios propios de reflexión, lejanos a la violencia normalizadora), ello resulta muchas veces impracticable, en tanto la coeducación es la norma en nuestros países, y segregar a varones y mujeres durante la realización de diversas actividades resulta casi imposible. Debemos, por lo tanto, construir dispositivos de intervención adecuados a la realidad más frecuente, en vez de la que consideramos que sea la mejor. Ello no significa, sin embargo, que durante las actividades no resulte necesario construir grupos sólo de varones y mujeres, pero usarlo como norma puede resultar cuestionable.

Otro reto clave que podemos notar es que, al encontrarse varones y mujeres presentes en el mismo espacio, resulta claramente difícil llevar a cabo actividades que desnaturalicen la violencia de género sin que los varones se sientan atacados y establezcan defensas “en bloque”. Más allá de lo justo que resulte mostrar que los varones son típicamente los agresores de sus compañeras mujeres, ello no resulta tan conveniente en términos estratégicos –al menos, no del modo exactamente en que se suele presentar en ciertos materiales. Aumentar las resistencias tradicionales que poseen los varones hacia reconocer que poseen mayores privilegios por sobre las mujeres (y toda la conveniencia que eso conlleva) no sirve para el objetivo final: que tanto hombres como mujeres se movilicen por cambiar esta realidad injusta.

Tal vez esto pueda sonar condescendiente para con los varones, o falta de fuerza para enfrentar la violencia que el patriarcado conlleva. Mi perspectiva está muy lejos de ello. Por el contrario, lo que sugiero es que debemos adaptar nuestras estrategias a la realidad que vivimos, y ella nos suele mostrar que las mujeres poseen mayor facilidad para tomar consciencia de lo que se pierde con el orden hegemónico de género, mientras que a los varones –en general– este proceso resulta más difícil. Desde mi punto de vista, resulta necesario que ambos avancen en el mismo grado en el cuestionamiento del patriarcado, toda vez que sólo se le transformará si tanto varones como mujeres actúan: la acción de un solo género no basta.

Otro desafío resulta ser equilibrar lo experiencial, lo emocional, fundamental para la toma de consciencia, que implica un proceso más consumidor de tiempo durante las sesiones (como en el caso de ciertos juegos y dinámicas), con lo racional, “los contenidos” (v.gr. conceptos como patriarcado, género, las formas de la violencia en la pareja, etc.) que pueden tratarse en una sesión, más rápido, pero que no poseen la riqueza de la transformación personal, profunda. La respuesta obvia a esta cuestión es el equilibrio. Lo señalo, simplemente, porque en la práctica realizar esto no resulta tan simple.

Finalmente, al menos por una cuestión personal, considero que el hecho de que varones nos estemos implicando progresivamente en intervención en género resulta una experiencia interesantísima. Mostrar que la lucha contra el patriarcado no es sólo “cuestión de mujeres”, sino que de todas y todos, potenciará el trabajo en este sentido. La Red Entrelazando constituye una bella muestra de cómo mujeres y varones luchamos juntos por un objetivo.

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Invitación a seminario sobre violencia intrafamiliar

miércoles, 9 de noviembre de 2011
El Centro de la Mujer Pedro Aguirre Cerda, en el marco de la celebración del Mes de la No violencia contra la mujer, realizará el seminario Prevención y atención de violencia de género en las familias, a llevarse a cabo el día viernes 18 de Noviembre en la sala de consejo de la I. Municipalidad de P.A.C., Av. Salvador Allende 2029 (ex Salesiano). En dicha oportunidad invitados/as provenientes de diversos ámbitos de la intervención psicosocial expondrán acerca de estrategias de acción preventiva y reparatoria de la violencia de género en el contexto familiar; en lo particular, me corresponderá hablar acerca de las principales dificultades que l@s profesionales encontramos a la hora de intervenir con mujeres víctimas de violencia de pareja.

Esta actividad no tiene costo y se realizará entre las 09:00 y las 13:30 hrs., siendo certificada por la Municipalidad de P.A.C. y el Servicio Nacional de la Mujer. Este seminario promueve el involucramiento de los varones como agentes que favorezcan el respeto de los derechos femeninos; por lo mismo, forma parte de la Campaña del Lazo Blanco: Comprometiendo hombres con poner fin a la violencia hacia las mujeres.


El programa del seminario es el siguiente:

09:00 – 09:15
Inscripción
09:15 – 09:30
Presentación del seminario
09:30 – 10:45
Primera mesa “Intervención comunitaria en la prevención de la violencia hacia la mujer”. Moderador: Francisco Álvarez
·         Prevención de violencia de género con jóvenes
·         Plan nacional de prevención de VIF de Sernam.
·         Aspectos legales de la intervención profesional en VIF
10:45 – 11:00
Ronda de preguntas
11:00 – 11:15
Coffee break
11:15 – 12:45
Segunda mesa “Atención de víctimas de la violencia de pareja”.
Moderadora: Claudia Bustamante
·         Niños y niñas como testigos de la violencia de pareja
·         Obstáculos en la atención psicológica de mujeres víctimas de violencia.
·         Intervención con varones que ejercen violencia hacia su pareja.

12:45 – 13:00
Ronda de preguntas
13:00 – 13:30
Cierre y entrega de certificaciones


La ficha de inscripción debe enviarse a esta dirección de correo, y puede descargarse desde este link.
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Consejos para denunciar la violencia intrafamiliar

jueves, 3 de noviembre de 2011

Como ya se habrán informado (y, para quienes no sabían, aquí les contamos), el Servicio Nacional de la Mujer está impulsando la denuncia de la violencia intrafamiliar contra las mujeres. El objetivo de este posteo es poder comentar algunos consejos ("tips") a la hora de denunciar la VIF:

  • La ley 20.066 de violencia intrafamiliar sanciona no sólo las agresiones contra mujeres, sino también contra varones y niñas/os, así como adultas/os mayores.
  • Cualquiera puede denunciar: parientes, vecinas/os, compañeras/os de trabajo, toda persona que tenga conocimiento de los hechos.
  • Las denuncias pueden realizarse en cualquier unidad de Carabineros, en Investigaciones, en el Ministerio Público (i.e. Fiscalía) o en Tribunales de familia. Asimismo, pueden denunciarse los hechos llamando al 133 o al 149. Al menos en este último número (no sé si en el resto de los casos), la denuncia puede hacerse anónimamente.
  • La ley distingue entre acciones que califican como faltas (violencia psicológica esporádica o puntual) y como delitos (amenazas de muerte, violencia física, violencia sexual, o violencia psicológica habitual). Las primeras se ven en Tribunales de familia y las segundas en Juzgados de Garantía ("se va a Fiscalía").
  • En mi experiencia, denunciar por amenazas de muerte, sin tener muy sólidas pruebas (v.gr. grabaciones o varios testigos) significa un trámite perdido, porque ningún/a juez encarcela a alguien porque la víctima, y sólo la víctima, diga que la amenazaron. Esto es especialmente cierto si es que no ha existido violencia física previa.
  • Cuando uno denuncia violencia psicológica (v.gr. insultos, control de salidas, impedir que uno se contacte con la familia) e incluye las amenazas de muerte, típicamente el trámite parte a juzgados de familia, pero el/la juez, al ver las amenazas, deriva el caso a Juzgado de Garantía y ocurre lo mencionado en el punto anterior.
  • Toda mujer que es víctima de violencia por un varón de su familia, puede solicitar gratuitamente asesoría legal, antes o después de la denuncia, en los Centros de la Mujer del SERNAM, de la comuna en la cual vivan o trabajen, en donde además se le otorgará ayuda psicológica y social. En este caso, para quienes sean vecinas de Pedro Aguirre Cerda o San Miguel, o trabajen ahí, pueden acudir al Centro de la Mujer P.A.C., ubicado en Tácito 5864, villa Sur, P.A.C., o llamando al (2) 481 3698, o visitando su página de Facebook.
   
Espero que lo anterior sirva para realizar denunciar más efectivas. Espero comentarios.